10 visitas imprescindibles

Florencia

Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que Florencia es una ciudad imprescindible para el turismo intelectual, ya que así lo confirma su historia que la consagró como la capital renacentista italiana. Resulta difícil precisar cuáles serían los enclaves imprescindibles. No obstante, existen diez visitas que se deben programar inexcusablemente, ya que con ellas el visitante se llevará consigo una visión completa de esta monumental ciudad.

Así, será imperdible en primer lugar la visita a la Piazza del Duomo donde se podrán contemplar, además de la apreciada y famosa Catedral, el Battistero di San Giovanni y el Campanile de Giotto. Desde la cúpula de su Duomo se pueden ver unas excelentes vistas de la ciudad de Florencia, bien sea antes o después de admirar la fachada gótica de este edificio o las cercanas Puertas del Paraiso del Baptisterio de San Juan.

La segunda visita sería la hermosísima Iglesia de Santa Croce donde reposan Miguel Ángel y Galileo.

En tercer lugar, otra iglesia: la Iglesia de Santa María Novella.

La Piazza della Signoria es la cuarta parada obligatoria para el visitante, ya que supone una estampa perfecta de la vida que rebosa la ciudad.

En quinto lugar, la magia del Ponte Vecchio hará las delicias de los transeúntes con su casas, su mercado, las muchas tiendas colgantes, las vistas sobre el río… De día o de noche: fabuloso. Con el mismo nombre destaca también el Palazzio Vecchio, ahora ayuntamiento de la ciudad, del que se puede resaltar su gran salón Cinquecento

Para disfrutar de un entorno verde que nos devuelva a la época de los Medici, los Jardines de Boboli constituirán la sexta parada.

Para la séptima excursión, un paseo por la Piazzale Michelangelo, famosa por brindar las mejores vistas de Florencia sobre el Arno.

Un poco más alejado del centro se encuentra el Palazzo Pitti que, en octavo lugar, no defraudará gracias a ser de los edificios más representativos de la arquitectura florentina .

Y aunque se encuentren en noveno y décimo lugar, la Galería de la Academia y la Galería de los Uffizi son realmente imprescindibles. En la primera, la visión de El David del genial Miguel Ángel bien valdrá la espera por entrar. Y en los Uffizi, El Nacimiento de Venus de Botticelli quedará en la memoria de quien pose sus ojos en esta apreciada maravilla.

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