Si se quiere disfrutar de un momento lleno de paz en la siempre bulliciosa y activa Florencia, habrá que buscarlo en el Giardino di Boboli -o ‘Jardines de Boboli‘ en castellano-. Situado al margen sur del río Arno, detrás del Palacio Pitti, fue construido por la familia con este nombre, rivales de los Médicis, la familia noble que controlaba la ciudad toscana.
Aunque haya que pagar para entrar en este pulmón verde de la ciudad del Renacimiento, dados los pocos parques y zonas pensadas para descansar que no sean cafeterías o restaurantes, merece la pena esta visita para la que no debe dar ningún miedo dedicar de dos a tres horas. Y es que sin duda esas horas serán un bálsamo reparador para el turista, que respirará en un entorno único de gran belleza gracias a los 45.000 metros cuadrados de esta gran área verde que se abrió al público en 1766.
Nuevamente, debemos esta joya a los Medici tras su adquisición del Palazzo Pitti. Esta familia compró el castillo en 1550 y además de añadir un patio interior de Bartolomeo Ammanati, anexionan unos jardines que unen el Palacio Pitti con la Fortaleza del Mirador (Beldevere en italiano). El resto del jardín, extendido hacia un lado, es del siglo XVII.
Así, en estos jardines aguardan fuentes, pérgolas, un lago, grutas y un sinfín de estatuas marmóreas. Quizás lo más relevante de los elementos que componen los jardines sea un antiguo anfiteatro en cuyo centro hay un obelisco egipcio. Tanto hay que ver que por ello habrá que reservar un buen rato para aprovecharse de los muchos elementos que conforman este hermoso parque.
Finalmente, en cuanto al horario conviene saber que el Giardino dei Boboli estará abierto de lunes a domingo desde las 8:15 de la mañana; sin embargo, para saber la hora en la que cierra, conviene consultar el sitio web, ya que cambia a lo largo de las diferentes estaciones con la intención de ofrecer lo mejor de cada una de ellas. Solo se permitirá entrar una hora antes de la hora de cierre. Los jardines no se abrirán ni el primer ni el último lunes del mes. El precio del billete es de siete euros mientras que el reducido es de 3,50 euros.
Foto: Brock
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