Aunque solo se disponga de dos días para visitar Florencia, será posible visitar algunos enclaves más que simbólicos de esta bellísima ciudad italiana. Especialmente, conviene centrarse en el casco histórico, lugar donde residen los principales lugares de interés turístico. Así, en la Piazza del Duomo esperan al visitante el Duomo –Casa de Dios y catedral florentina-, el Campanile de Giotto y el Battistero di San Giovanni. Las fotos que se podrán tomar en este lugar serán numerosísimas.
En la Piazza de la República, se recomienda hacer un alto para degustar el sabor de la ciudad, bien a través de sus estupendas cafeterías, tomando un helado o quizás comiendo, si ya llegó la hora. Desde esta plaza queda muy cerca la Fontana del Porcellino donde es toda una tradición acariciar al jabalí de bronce que la regenta y que asegura que quien lo haga, volverá a esta ciudad.
Caminando un poco más se llegará a la Piazza della Signoria, otra de las plazas destacadas de Firenze y que asegura una bella estampa de la vida de la que presume la ciudad. Atravesando esta se deja también atrás la Piazzale degli Uffizi y tras ella, el río Arno. Y sobre el río Arno, el famoso Ponte Vecchio. Romance y compras se reúnen sobre este viejo puente al que los años no le han quitado encanto.
Durante el segundo día, habrá que centrarse en los museos más famosos. En primer lugar, se recomienda la Galería de la Academia, ya que una visita a Florencia sin contemplar al David de Miguel Ángel es como no haber estado…
Tras atravesar el Duomo, visitado el día anterior, la Iglesia de Santa Croce es otro edificio emblemático que conviene visitar para sorprenderse con las famosas tumbas que alberga. Por cercanía, la Galería Uffizi será la siguiente parada, y en ella aguardan las obras de grandes artistas como Tiziano.
Y así, llegamos a la hora de cenar para, después de dos intensos días, despedirse de una ciudad para enamorarse y que enamora. Maravillosos helados, embutido toscano y un ambiente cálido con los mejores enclaves suavemente iluminados harán que no olvidemos nunca esta maravillosa e histórica ciudad.
Foto: PapaPiper
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