Arezzo

Arezzo

Arezzo es otra de las bellas ciudades de la Toscana que se pueden visitar mientras se esté en Florencia, ya que solo se encuentra a 75 kilómetros de esta ciudad, separándola 215 kilómetros de Roma. Con vestigios del asentamiento etrusco que albergó así como el romano, esta cinematográfica ciudad -gracias a La Vida es bella de Benigni- tiene mucho que ver. De entre sus edificios religiosos destacan el Duomo de Arezzo, la Basilica di San Francesco, la Chiesa de Santa Maria della Pieve y la Chiesa di San Domenico. En la Basílica de San Francisco interesan los frescos Leyenda de la cruz, de Piero della Francesca. También es interesante la remodelación de Vasari de la plaza mayor de la ciudad. Un lugar digno de ser recorrido con calma es su hermosa Piazza Grandela. Existen también vestigios del asentamiento romano como un anfiteatro y gustará también la Fortezza Medicea. Entre sus museos, destaca el Museo Statale d’Arte Medievale e Moderna. Gran parte del encanto de esta ciudad reside en sus calles empinadas. Eso sí, habrá que estar preparado para el cansancio posterior a esta visita.

Llegar a Arezzo desde Florencia es muy fácil, ya que desde la Stazione Santa Maria Novella es posible coger la línea 1 de tren dirección a Arezzo. Se tarda aproximadamente una hora y media y solo hay diez paradas entre ambos puntos.

Gastronómicamente, Arezzo no defrauda en la mesa al igual que sus vecinas ciudades toscanas. En la famosa Via Madonna del Prato se encontrarán los mejores restaurantes de la ciudad. No obstante, en Le Rotte Ghiotte además de una fabulosa cocina italiana tradicional se disfrutará de un trato muy familiar y agradable situado en Via Montefalterona. Para los más golosos es muy aconsejable el Crêpes de Lune, un local donde la especialidad son las crêpes, ya que las hay para todos los gustos. La mejor, la de Nutella. Para una cena italiana en un restaurante con mucho encanto se aconseja Bacco & Arianna. Este local se encuentra en Via Cesalpino, muy cerca de la Piazza di San Francesco. La pasta con salsa de trufas convertirá esta excursión en un evento único.

Foto: Noel

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